No, llega la operación bikini pero no se que cirujano la lleva.
Carteles de la grande sueca te torturan a diario e invaden la ciudad con cuerpazos divinos, tostados ya al sol, que dan mucho asco.
Ellas te miran con provocación y de manera sibilina dicen que ese bikini de 4,95 (solo el top) te quedará como a ella pero solo aguantará un par de baños, el cloro y la mar salá harán el resto. No se puede tener todo.
Empiezan a vapulear con la cuenta atrás, como si no se estuviera que estar en forma todo el año. Me deja de llamarme la atención esta contrarreloj absurda. En mi tierra no se si pasaba, yo nunca vi tanta insistencia mediática. Tu cuerpo se intuye todo el año, no se necesitan capas para camuflarlo, es lo que tienen zonas más cálidas.
Leo en revistas qué bikinis son tendencia y la variedad existente para cada tipo de cuerpo, necesidad u obsesión.
Leo "Bikinis para disimular curvas", un claro tápate perra pero con estilo, a mi no me vengas ahora con la estética pin up para justificar tu razonamiento. "Bikinis para chicas con poco pecho", "Bikinis para chicas con mucho pecho" (y disimularlo todo claro) blablabla... No creo que sean mágicos, ni la gente tonta.
De momento se está bien en la bañera y el bañador no es para esconder, no tengo nada que ocultar. Es para darle importancia a los zapatos.
Y de aqui no nos vamos.
Fotos:
H&M Summer 2011
Nathan Paul Swimwear 2011
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