Photography by Inessah Selditz.
Botas con muchos años de historia, desde las trincheras de la Primera Guerra Mundial, pasando por agricultores, jornaleros, cazadores, hasta abastecer a las Casas Reales. Si, que vintage... pero ya tiene poca gracia o por lo menos se la están quitando.
Afróntalo no son estéticas, no han sido diseñadas para pasearlas por la ciudad con vaqueros pitillo y en los dias de lluvia eres una más en el desfile.
La Moss en Glastonbury cuando sus muslos eran turgentes,
lo de tambalearse perdura en el tiempo.
Lo cool es su lado dirty, unas botas de jornalero impolutas no son auténticas, es más, son ridículas. Lo trendy fue que se las pusiera la Moss hace años. Lo grande es no quitárselas en Glastonbury o en cualquier festival en los que puedas camuflarlas en barro, tierra, en plena naturaleza. No limpiarlas en casa, esquivar charcos en el asfalto con medias y trench, para esto hay una cantidad de modelos curiosos, que irían perfectos con esos looks.
Glastonbury Festival.
Recuperemos la esencia o sugiero una exportación al baúl del olvido con las Uggs.
Os dejo con un momento Junter, con J mayúscula, ejemplo de lo que no puede ser e impulsor de frases del tipo " Me quedo muerta en la bañera "...
Y sin lluvia... con un par.
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